
Nacido en Barakaldo (06/11/1980) y formado en las categorías inferiores del Athletic Club, cuenta con casi 300 partidos en la categoría de plata de nuestro fútbol. La mayoría de esos encuentros, concretamente 109 partidos, lo hizo de blanquiverde en dos etapas distintas y logró debutar en Primera División.
En su carrera futbolística, se pudo apreciar su liderazgo en el centro del campo en todos los equipos por los que pasó, lo que se convertiría en un indicio a su llegada posterior a los banquillos. Tras lograr la permanencia con el CF Reus en la 16-17, primera campaña del conjunto catalán en Segunda, se le ofreció la oportunidad de dirigir al club rojinegro.
El mediocentro vasco colgaría las botas y ocuparía el cargo, libre tras la salida de Natxo González.
¿Por qué decidiste seguir ligado al fútbol y apostar por una carrera como entrenador?
El fútbol es lo que me apasiona. Siempre pensé que me gustaría una vez retirado probarme como entrenador.
Te convertiste entrenador del Reus siendo jugador, por lo que conocías a la mayoría de la plantilla, ¿crees que eso se convirtió en un punto a favor en tu primera experiencia?
Mucha gente lo veía como un inconveniente por el hecho de que muchos de ellos aparte de compañeros eran amigos. Pero yo siempre lo digo y lo diré, desde el primer día sentí que el respeto entre jugadores y entrenador fue total.
Garai emprendería una nueva aventura como técnico profesional una temporada después de finalizar su carrera como futbolista. Pasó de ser entrenado a dirigir a muchos de sus antiguos compañeros, lo que significaba una gran responsabilidad. Se abría una nueva etapa en la trayectoria futbolística del vizcaíno.
¿Cambia mucho la percepción del fútbol de entrenador con respecto a jugador?
Muchísimo, sobre todo en el volumen diario de trabajo y la responsabilidad de llevar de la mejor manera y más justa el manejo de 26 jugadores más todas los pequeñas situaciones diarias.
La actuación del CF Reus, a las órdenes de Aritz, no pasó desapercibida. El conjunto tarraconense desplegaba un fútbol vistoso con una filosofía de juego muy arraigada y el objetivo de la permanencia se cumplió con creces. El entrenador vasco se convirtió en una de las revelaciones de los banquillos y el CD Numancia se hizo con sus servicios.
Tras un gran curso con el Reus, firmaste en Soria ¿Esperabas consolidarte como entrenador en la categoría tan rápidamente?
Nunca me planteé cuando arranque en Reus mi primera temporada como entrenador cómo iba a transcurrir mi carrera, únicamente intentaba seguir aprendiendo y seguir mejorando.
Una vez firmé en Soria, mi pensamiento no cambió y creo que la profesión de entrenador tiene momentos de todo tipo, así que sólo pensar en positivo es lo que realmente me ocupa.
La temporada en Los Pajaritos asentaría al técnico en la categoría, pues continuaba forjando su carrera e incluso firmó una renovación a mediados de febrero.
Al final de temporada, decidiría cambiar el feudo numantino por el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife.
Completaste tu segunda temporada como técnico y decidiste poner rumbo a Tenerife ¿Hubo más propuestas de otros clubes? ¿Qué hizo que te decantaras por el conjunto tinerfeño?
Me desvinculó del Numancia una vez terminada la temporada y el Tenerife me muestra gran interés en poder afrontar el reto de asentar unas bases de cara a un proyecto ambicioso en 2-3 temporadas.
Algún club de la categoría se interesó por mi situación pero tenía tomada la decisión de ir a la isla.
El mayor reto, hasta la fecha, no se daría como seguramente se esperaba. Una racha de ocho partidos consecutivos sin cosechar una victoria sería la causa por la que la entidad blanquiazul decidiría rescindir su contrato el pasado noviembre.
Actualmente, Garai no dirige ningún equipo y no por falta de ofertas.
Las cosas no terminaron de salir en Tenerife y el club decidió prescindir de tus servicios, por lo que te encuentras sin equipo ¿Has tenido alguna opción de regresar a los banquillos?
Tras mi cese, al solo poder entrenar a un club por temporada en España, únicamente puedo entrenar en el extranjero y no tenía planteado hacerlo.
Hablar de López Garai en Córdoba es sinónimo de alegría y nostalgia para el cordobesismo, pues es una de las figuras más emblemáticas de la última década blanquiverde. Además, él mismo nunca ha ocultado su debilidad por el club.
¿Te ves en un futuro entrenando al Córdoba CF?
Entrenar al Córdoba nunca lo he escondido que es una de mis ilusiones como entrenador. El Arcángel para mi siempre es y será un estadio único porque he vivido mis mejores momentos como jugador.
Como cordobesista declarado públicamente, permanece atento a la actualidad blanquiverde. Este último año no ha sido fácil para el cordobesismo, por lo que Aritz también lo ha sufrido desde la distancia.
¿Cómo ves al club después de todos los acontecimientos que se han vivido (impagos, cambio de propiedad, situación límite)?
Por desgracia, el club lleva tiempo viviendo temporadas convulsas, con cambios de propiedad y batallas externas, que no ayudan a conseguir los objetivos deportivos y que todo mejore. La afición sufre, los jugadores sufren, pero cuando todo se veía negro parece que vuelve a verse la luz.
Con respecto al futuro de las ligas españolas, su opinión es clara: “Las competiciones y los objetivos marcados por cada club tienen que defenderse y jugarse en el campo”. Aunque para ello, la evolución de la pandemia tiene que mejorar y poco a poco volver a la normalidad
Desde su casa en Bilbao, confinado junto a su familia, ha atendido a Mundo Blanquiverde con la cercanía y amabilidad que le caracteriza.